lunes, 13 de julio de 2009

En la Luna.

Veo que TVE emitirá la próxima semana un programa especial sobre la llegada del hombre a la luna y, no he podido resistirme a contar un pequeño, pero importante, episodio de mi vida. El 21 de Julio de 1969 yo tenía casi 9 años. Ese día era el cumpleaños de mi hermano, pero cuando aquel lunes mi padre me despertó suavemente por la mañana, salté corriendo de la cama hacia el salón:
- Hijo, va a empezar en la tele lo de la luna. ¿No querías verlo?.

Me senté delante del aparato en la silla baja que mi madre usaba para coser al lado del balcón y estoy seguro que no pestañeé ni una vez hasta que acabó el programa. Al rato, mi madre me hizo sentar en la mesa, junto a mi padre y nos llevó dos tazones de calostros con azúcar por encima, que me comí despacio, con la cuchara sopera parada muchas veces camino de la boca abierta mientras guiñaba los ojos para intentar adivinar los detalles en aquellas imágenes borrosas. Por esa extraña coincidencia, las inconfundibles voces de Cirilo Rodríguez y Jesús Hermida narrando aquellos momentos están asociadas para siempre a ese dulce sabor a calostros, tan especial, que hace años que no se encuentran.

Sobre la misión del Apollo 11 y la carrera espacial, se ha escrito, contado y novelado. Se ha polemizado sobre su coste, sus consecuencias y los beneficios que ha aportado al bienestar de la humanidad y tengo la impresión que todo lo relacionado con el espacio tiene todavía un sabor agridulce. Cuarenta años después, miro hacia atrás y, aunque quizá con menos intensidad, sigo siendo el niño curioso y asombrado que absorbía todo lo que encontraba sobre los cohetes, las misiones, se sabía de carrerilla los nombres de las tripulaciones y devoraba con avidez aquel magnífico libro "Proyecto Apollo", de Werner Budeler, del Circulo de Lectores, que aún conservo.

Personalmente me he divertido mucho con las teorías que dicen que el alunizaje fue una falsificación y el falso -pero muy entretenido- documental Operación Luna, que "demostraba", con entrevistas a personajes reales que todo era un montaje cinematográfico dirigido por Stanley Kubrick. Como curiosa contrapartida, los incrédulos han logrado que las explicaciones a sus "incómodas" preguntas contribuyan a la difusión y popularización de conocimientos y detalles científicos para el gran público.

Durante años he creído que era un "falso recuerdo" y que mi imaginación había ido llenando los huecos de la memoria, porque aquella retransmisión extraordinaria de TVE, comenzó de madrugada y seguramente yo habría visto alguna repetición posterior. Pero ayer se me ocurrió preguntar a mi madre si era verdad que me levanté de madrugada aquel día y mirándome por encima de las gafas de cerca dijo:

- Yo no quería, te levantó tu padre. Allí estabais los dos comiendo calostros, con la boca abierta como tontos. Y luego llegó Quique, el ordenanza, a preguntar qué pasaba, que se tardaba en abrir la oficina y allí os quedasteis los tres, lelos, mirando la tele. Y, ¿sabes una cosa?, hasta ese día no te gustaban los calostros.

Enlace al documental "Operación Luna"


3 comentarios:

  1. !Qué casualidad! Yo también tenía 9 años. Recuerdo que estaba en casa mi tía Gloria pasando una temporada. Cuando lo vió dijo que aquello era un truco de la televisión. Es un día que no podré olvidar. ¿Véis?, todos tenemos algo entrañable que recordar con relación a la luna. Por cierto, en agosto, día 27 habrá en el cielo una ilusión óptica llamada dos lunas. Una es la luna de verdad, la otra es marte, que por razones astronómicas esa noche también se verá, aunque creo que más rojizo. !!!No os lo perdáis! Será una noche mágica.
    Un abrazo.
    Luna.

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  2. Tuvo que ser toda una experiencia el haberlo vivido de tan jóvenes y después haber estado cuarenta años oyendo todo tipo de historias sobre lo que realmente pasó y lo que no pasó.

    En realidad, nunca lo sabremos todo... pero la historia en general merece ser recordada.

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  3. Gracias por contarlo. Yo ni era nacida, me ha encantado vivirlo a través de tu historia.

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Muchas gracias seguir el blog y especialmente por compartir tu opinión.
Luis Miguel Pascual.